País- Moldavia
Denominación- 1 Leu
Año- 2010
Periodo- República de Moldavia 1991/Actualidad
Tamaño- 114 × 57 mm
Color- Ocre, arena, amarillo
1 leu=100 bani
Anverso- Imagen de el principe Esteban III el Grande, su valor de 1 Leu, el escudo de armas de moldavia, el texto Stefan Cel Mare (Esteban el grande), en un circulo el texto Pe-un picior de plai pe-o gura de rai V (A un pie de tierra, en una boca del Cielo... la V es de Vasile Alecsandri) y FALSIFICAREA ACESTOR BILETE SE PEDEPSEŞTE CONFORM LEGILOR (LA FALSIFICACIÓN DE ESTOS BILLETES ESTÁ PENADA SEGÚN LAS LEYES)
Reverso- Imagen de el Monasterio de Capriana, el texto Banca Nationala A Moldovei, el texto Mănăstirea Căpriana, la imagen de la columna de Trajano, la columna del infinito y entre ellas una luna creciente y su valor de 1 Leu
La Banca Nationala A Moldovei comenzó a emitir estos billetes de 1 leu moldavo en 1994. Actualmente siguen en circulación. Esteban III de Moldavia, también conocido como Esteban el Grande, fue un gobernante moldavo que destacó por su valentía y habilidad militar. Reinó entre 1457 y 1504, convirtiéndose en una figura icónica en la historia de Moldavia y Rumanía. Durante su reinado, defendió con éxito a su principado de las invasiones otomanas y polacas, consolidando así el poder moldavo en la región. Esteban el Grande fue un ferviente defensor de la fe ortodoxa y promovió la construcción de numerosos monasterios, como el de Putna, donde se encuentra enterrado. Su figura es venerada en Moldavia como un héroe nacional y santo. El escudo de Moldavia, su diseño central es un águila de oro, símbolo de fuerza, nobleza y ascensión, que sostiene en su pico una cruz ortodoxa dorada, un testimonio de la profunda fe ortodoxa que ha moldeado al país. En sus garras, el águila empuña un cetro, símbolo de poder y autoridad, y una rama de laurel, que representa la victoria y los logros. El blasón que lleva el águila en el pecho esta dividido en dos partes, una mitad de color rojo (gules) y otra de color azul (azur). En el campo rojo, encontramos la cabeza de un uro (un tipo de bisonte extinguido), un animal que simboliza la fuerza y la resistencia. Entre los cuernos del uro, hay una estrella de oro, representativa de la divinidad y la guía. A la izquierda de la cabeza del uro, se encuentra una rosa de cinco pétalos, símbolo de belleza y perfección, mientras que a la derecha hay una media luna, que representa la renovación y los ciclos de la vida. El texto Pe-un picior de plai pe-o gura de rai, es la primera línea de la famosa balada popular rumana "Miorița", escrita por el poeta Vasile Alecsandri. Traducida literalmente al español, esta frase podría sonar algo así como: "Sobre un pie de montaña, en una boca de cielo". Esta imagen inicial crea un escenario idílico, un paisaje pastoral lleno de belleza y tranquilidad. El "pie de montaña" representa un lugar elevado, desde donde se puede contemplar un panorama amplio, mientras que la "boca de cielo" sugiere una apertura hacia lo divino, hacia un espacio infinito y lleno de luz. Esta frase inicial establece el tono y el ambiente de toda la balada La "Miorița" es una obra que explora temas universales como la vida, la muerte, la identidad y la relación del hombre con la naturaleza. El escenario bucólico descrito al principio contrasta con el trágico desenlace de la historia, creando una tensión poética muy poderosa. La "Miorița" es considerada una de las obras más importantes de la literatura rumana. Fue escrita en el siglo XIX, pero sus raíces se encuentran en la tradición oral de los pastores rumanos. La frase "Pe-un picior de plai pe-o gură de rai" es mucho más que una simple descripción de un lugar. Es una invitación a sumergirnos en un universo poético, a explorar temas profundos y a conectar con una tradición cultural milenaria. El Monasterio de Căpriana, una joya arquitectónica y espiritual de Moldavia, se encuentra a tan solo 40 kilómetros al noroeste de Chisináu, inmerso en un entorno boscoso de gran belleza. Con una historia que se remonta al siglo XIV, este monasterio ha sido testigo de siglos de fervor religioso y cambios políticos. Su conjunto arquitectónico, formado principalmente en los siglos XVIII y XIX, es una muestra impresionante de la arquitectura religiosa moldava, con cinco iglesias, edificios con celdas, el priorato y diversas dependencias auxiliares. Durante un largo periodo, el monasterio sirvió como residencia del arzobispo moldavo, convirtiéndose en un centro de poder religioso y cultural. Sin embargo, los años de posguerra trajeron consigo el cierre y la devastación del monasterio. No obstante, en 1989 volvió a abrir sus puertas, convirtiéndose en un símbolo del renacimiento nacional moldavo. Hoy en día, el Monasterio de Căpriana es un lugar de peregrinación y un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo, quienes quedan maravillados por su belleza, historia y la atmósfera de paz y espiritualidad que lo envuelve. La Columna de Trajano tiene una relevancia simbólica profunda para los moldavos, a pesar de que su construcción y ubicación original sean romanas. Dentro de la Dacia conquistada por Trajano el territorio actual de Moldavia junto con Rumanía, por lo que la columna representa un vínculo histórico con el Imperio Romano y con las antiguas poblaciones que habitaron la región.
Su presencia en los billetes moldavos refuerza este vínculo y la posiciona como un símbolo de identidad nacional. Al aparecer en este contexto, la columna no solo evoca un pasado glorioso, sino que también proyecta una imagen de continuidad histórica y de pertenencia a un legado cultural más amplio. Es una manera de conectar el presente con el pasado, de afirmar una identidad moldava arraigada en la historia y en un territorio que ha sido escenario de diversas civilizaciones.
La Columna del Infinito, obra del escultor rumano Constantin Brâncuși, es un monumento de 30,33 metros ubicado en Târgu-Jiu, inaugurado en 1938. Concebida como un homenaje a los soldados rumanos caídos en la Primera Guerra Mundial, esta escultura estiliza los tradicionales pilares funerarios rumanos. Forma parte de un conjunto monumental junto a la Mesa del Silencio y la Puerta del Beso, y simboliza la inmortalidad, la ascensión espiritual y la unidad.
La luna creciente que se encuentra en medio de las dos columnas simboliza el renacimiento y es común en su escudo desde la edad media.
La Moldavia Soviética y los albores de la independencia
Durante los años 80, Moldavia formaba parte de la Unión Soviética como República Socialista Soviética de Moldavia. Sin embargo, bajo la superficie de la aparente unidad soviética, crecía un creciente sentimiento nacionalista moldavo. Este resurgimiento de la identidad nacional se vio impulsado por factores como la política de "glasnost" y "perestroika" impulsada por Mijaíl Gorbachov, que permitió una mayor apertura y reformas en la Unión Soviética.
Los moldavos, con una fuerte identidad cultural y lingüística, comenzaron a exigir una mayor autonomía y, finalmente, la independencia. El movimiento nacionalista moldavo se enfrentó a diversos desafíos, incluyendo la compleja composición étnica de la región, con importantes minorías rusas y ucranianas, así como la presencia de la región separatista de Transnistria, con una población mayoritariamente rusoparlante.
La declaración de independencia y el conflicto de Transnistria
En agosto de 1991, Moldavia declaró su independencia, uniéndose a la ola de países que se separaban de la Unión Soviética. Sin embargo, esta independencia no fue pacífica. La región de Transnistria, con su fuerte identidad rusa y vínculos económicos con Ucrania, se opuso a la separación de la Unión Soviética y proclamó su propia independencia. Esto desencadenó un breve conflicto armado entre las fuerzas moldavas y las separatistas de Transnistria, que concluyó con un alto el fuego mediado por Rusia y la creación de una zona de seguridad controlada por fuerzas de mantenimiento de la paz rusas.
La construcción de un estado independiente
Tras la independencia, Moldavia se enfrentó al desafío de construir un estado democrático y de mercado. El país se adentró en un periodo de transición política y económica, marcado por la privatización de las empresas estatales, la liberalización de los precios y la adopción de una nueva Constitución. Sin embargo, este proceso fue lento y estuvo acompañado de importantes dificultades económicas y sociales.
La orientación hacia Occidente y los desafíos actuales
En las últimas décadas, Moldavia ha buscado estrechar sus vínculos con Occidente, especialmente con la Unión Europea. El país ha firmado un Acuerdo de Asociación con la UE, que incluye una Zona de Libre Comercio y un ambicioso programa de reformas. Sin embargo, la implementación de estas reformas ha sido lenta y ha enfrentado obstáculos internos y externos.
La situación política interna de Moldavia ha sido inestable, con frecuentes cambios de gobierno y acusaciones de corrupción. Además, el país sigue enfrentando el desafío de resolver el conflicto de Transnistria, que ha congelado el desarrollo de la región y ha mantenido a Moldavia en una situación de inestabilidad.
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