La sucesión de Fibonacci en una piña

La sucesión de Fibonacci es una secuencia infinita de números naturales a partir del 0 y el 1 y se van sumando a pares de manera que cada número siguiente es la suma de los dos anteriores, 0,1,2,3,5,8,13,etc. Se debe al matemático italiano Leonardo de Pisa, mas conocido como Fibonacci que lo descubrió al ver como se repetía en la naturaleza, en plantas, animales e incluso en el ser humano. Aquí os traigo un ejemplo muy visual de esta sucesión en una piña en las que las escamas aparecen en espiral alrededor del vértice y que si contáis el numero de espirales siempre es igual a uno de los números de esta sucesión aun contando en ambas direcciones. Se cree que la naturaleza utiliza estos patrones buscando una estructura con la mayor eficacia y en el caso de la piña la crea para formar unas escamas que protejan sus semillas, al igual que hacen las abejas creando celdas hexagonales para formar estas estructuras o en los fractales la naturaleza, favorece las estructuras sencillas y funcionales tanto que hasta se pueden apreciar en procesos atmosféricos. Así que la próxima vez que andéis por el monte y os encontréis una piña en el suelo darle al menos un minuio y admirar esta casi mágica secuencia.

Esta piña también tiene su historia la cogí terminando la ruta de La umbría de la virgen en la Sierra de Maria-Los Velez a los pies de un centenario pino negral de la que se narra una curiosa leyenda: Cuenta la leyenda que una bruja-ardilla convirtió a un leñador de la zona bastante soberbio, en este pino negral, si el embrujo le hizo pagar por su soberbia no lo sabemos, lo que si podemos asegura es que este majestuoso ejemplar recibió el regalo de una vida centenaria en un paraje singular 

Un curioso comportamiento que tienen las piñas es que cuando se mojan por la lluvia se cierran para proteger las semillas y que solo se desprendan en condiciones adecuadas. Esto lo consigue por la estructura de las capas de la piña, el agua de distribuye por ellas, en la superior los hilos de fibra de esclerénquima es rígida si esta seca pero al humedecerse se vuelve flexible, al ablandarse las escamas se doblan y se cierran de forma automática y protegen las semillas, un gran ingenio de la evolución.

Una gran adaptación que puede tener un árbol es ante el fuego de los incendios, estas la tiene la piña del pino carrasco, se llaman piñas serótinas, se pueden diferenciar por su color grisáceo, unas piñas que se mantienen cerradas esperando a que el calor de un incendio haga que se abran para liberar las semillas, es mas estos pinos han conseguido otra adaptación mas ante los incendios, como para poder reproducirse el pino tiene que llegar a su madurez sexual que en el pino carrasco ronda entre los 10 y 15 años en zonas donde aumenta la sequía y los incendios han ido desarrollandose arboles precoces que llegan a la madurez en solo 4 años y asi empezar a reproducirse antes y por lo tanto consiguen un mayor éxito reproductivo, estas adaptaciones junto a la resistencia a la sequía lo ha convertido en un candidato perfecto para la reforestación en zonas de secano y proclives a los incendios donde son las semillas de estos pinos precoces las que se suelen usar garantizando así la creación de pinares superadaptados a estos duros climas.

En la mitología la piña se ha considerado como un símbolo de fertilidad y abundancia de alimento, en torno a ella y al pino hay varias leyendas pero como símbolo sagrado siempre me ha gustado el tirso, se trata de un bastón hecho con cañaheja forrado con vid o con hiedra, también con un lazo y en la punta superior del bastón lleva una piña de pino. Es un símbolo falco que representa la fuerza vital y esta asociado con los cultos dionisíacos, se suele representar junto a una copa o cántaro que representaría lo femenino. La piña en el tirso representa la virilidad masculina, continuidad de la vida y fertilidad. Posiblemente el origen de este símbolo sea egipcio o fenicio y absorbido a su vez por los tracios que lo extendería por Grecia.

Ya para terminar y como dato anecdótico siempre me ha gustado la conocida expresión de mandar a alguien al quinto pino o que algo esta en el quinto pino para referirse de un lugar lejano. Habría que retroceder al Madrid de Felipe V para encontrar el origen, cuando se decidió repoblar el Paseo de Recoletos con 5 pinos, el primero fue plantado en la parte mas cercana al centro cerca de Atocha y el quinto se planto en la parte mas alta del paseo por el Paseo de la Castellana. Al estar este quinto pino bastante alejado se convirtió en lugar donde se encontraban las parejas para estar a solas lejos de miradas indiscretas, ya con el tiempo como muchas expresiones nacidas en el costumbrismo madrileño acabo generalizándose e incluyéndose en el castellano como un lugar muy lejano, el árbol desapareció pero la expresión se quedo traspasando las fronteras de los países hispanoparlantes